La tesis del libro es que podemos madurar emocionalmente a través de las experiencias que vivimos y compartimos de nuestras lecturas. Este libro invita a reflexionar en la lectura como elemento multiplicador que revierte en nuestra madurez emocional, algo que es de gran importancia. Por ello, está dedicado a todos los educadores, padres, madres... que encontrarán claves para su desarrollo emocional pero, sobre todo, con la intención de transferírselas a los jóvenes y adolescentes. Para ello se recurre a obras de la literatura clásica y a obras recomendadas por los propios lectores juveniles de todos los géneros. Con ellas se irá descubriendo el entramado que suponen las emociones y su significado.
En este capítulo seleccionado, el autor profundiza en el sentido de la esperanza a través de varias lecturas. Una clásica como es el mito de la caja de Pandora, ¡Viven!, de Piers Paul Read, el relato de Jack London titulado Encender una hoguera, El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, y otro relato de Jack London titulado Ley de vida. Los distintos fragmentos le sirven para presentar la esperanza como el motor que nos mueve a conseguir nuestro propósito, nos hace creer, tener fe o confiar en que algo es posible. Estos relatos hablan de la importancia de conocerse uno mismo, de hacerse preguntas, a veces incómodas, y tener la disposición de ser acompañado en el diálogo de preguntas y respuestas, de compartir las vivencias, inquietudes, malestares y búsquedas.
Leer es una de las mejores maneras (exclusiva del ser humano) para alcanzar el sentido de ser. Esto es fundamental en la adolescencia. El libro nos ayuda a tomar conciencia de la importancia de la lectura para el desarrollo personal y social, como una herramienta clave, que nos aporta imaginación, creatividad, entretenimiento… . Pero también, leer para no ser influenciables, para tener pensamiento crítico, opinión, para desarrollar recursos que nos ayudarán a tener esperanza ante los distintos problemas de la vida. La idea es que el lector valore la importancia de las reflexiones, emociones y experiencias que vive al leer cualquier obra. Y esto es transferible al mundo digital.