Este libro repasa la situación de las personas refugiadas a través de la historia. Considera las razones por las que se ven forzadas a buscar refugio en otros lugares, y los problemas que pueden originarse en los países de acogida. Examina los distintos argumentos sobre el tema y considera las medidas que se están tomando para abordarlo. Los derechos Humanos y distintas convenciones internacionales conceden a estas personas unos derechos que las nuevas sociedades globales y cosmopolitas no pueden ni deben ignorar. Pero aun así, sabemos que algunos Estados son renuentes a esta clase de concesiones.
Tras un breve repaso por la historia, donde se cuenta algunos casos de persecuciones y expulsiones de personas de sus países, por motivos religiosos o políticos, el autor pasa al siglo XX, desde la Primera Guerra Mundial, a nuestros días. Por supuesto, se detiene a analizar la persecución a los judíos y minorías étnicas por el régimen de Hitler. Entre los que lograron huir destaca Freud, Einstein o Albright, primera Secretaria de Estado de EEUU. También nos habla de otros refugiados que llevaron trabajo y prosperidad a los países de acogida. También da a conocer en qué consistió la Liga de Naciones, y cómo nació y en qué consiste el ACNUR. Palabras como exilio, asilo, refugiado, éxodo... nos hacen recapacitar sobre esta situación que nos atañe a todo el mundo.
Steven Maddocks nos invita a reflexionar en su libro sobre la situación de los refugiados y los hechos que provocan esta realidad. ¿Por qué hay tantas personas refugiadas en el mundo de hoy? ¿Sabemos qué motivos de persecución son los que permiten considerar a una persona como refugiada? ¿Está bien que un país haga oídos sordos a las personas refugiadas? Este libro ayudará a ver cómo afecta la cuestión a nivel personal y descubrir qué se puede hacer para involucrarse uno más. Encontraremos en el libro informaciones y referencias que ayudarán a conocer esta realidad: cómo y con qué problemas viven estas personas; cuáles son los distintos argumentos sobre el tema y qué medidas se están tomando para abordarlos. Es necesario ser conscientes de nuestras obligaciones cívicas y conocer qué instituciones están comprometidas con la defensa de estas personas.